Una de nuestras clientas más fieles nos pide una peineta con flores de tembleque para llevar a todas partes. Blanco, dorado y muchos cristales son la clave. A pensar, a diseñar, a soñar...de hacer tembleques el reto es lo que más disfruto, no me veo haciendo la cosas repetitivamente, siguiendo copias de mi propio trabajo.
Una serie de accidentes afortunados me llevaron a una suerte de orquídea con corazón dorado y pétalos externos blancos y cristales transparentes.
Creo que todo hay que equilibrarlo, una flor tan cargada como la del centro hay que acompañarla de otras más simples pero no por eso menos lindas o agraciadas. Lo que busco es que cada una destaque sin perderse ningún detalle : )
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